En el corazón del Valle del Guadalhorce, a apenas unos kilómetros de la Costa del Sol, se encuentra la localidad de Álora, famosa por ser una de las puertas de entrada al Caminito del Rey.

Su historia se remonta a la prehistoria, pasando después por los fenicios y los tartesos, a los que corresponden los cimientos del castillo, que luego tomarían romanos y árabes.

 Cada una de estas fases históricas ha dejado una señal que podemos descubrir en una búsqueda emocionante. Sirviendo como llave de entrada desde las tierra interiores hacia el mar, fue un baluarte apetecido de reyes castellanos. En Álora es posible gozar de las bellezas de la naturaleza, y al mismo tiempo, de la cultura, enriquecida con el paso del tiempo, que la hace singular y única.